miércoles, 8 de febrero de 2023

RELATIVISMO

 

   -¡Señor, señor! ¡Venga! ¡Se está ahogando una mujer!

   -¿Qué decís, nene! ¿Cómo que se ahoga una mujer?

   -¡Allá, cerca del muelle! ¡En el agua! ¡Se ahoga!

   -¿Dónde?

   -¡Venga! ¡Aquí! ¿La ve? ¡Esa que agita los brazos!

   -¿La que grita?

   -¡Esa! ¡Yo no puedo salvarla! ¡No sé nadar!

   -Yo nado muy bien. Fui campeón en los intercolegiales, hace unos cuántos años. Eran otros tiempos.

   -¡Se hunde!

   -Esperá que me saque los zapatos y me tiro.

   -Déle, déle que se ahoga.

   -Las medias también, son nuevas. ¿No sabés cómo se cayó al agua?

   -No se cayó. La tiraron unos tipos mientras prendían velas.

   -¿Velas? Ah, sí. Son del rito Brataviano. Provienen de una cultura antiquísima del Himalaya. Hace tiempo que se establecieron en esta ciudad.

   -¿Se va a tirar o no?

   -Pará, pará, nene. Vos no entendés. Si arrojaron a esa mujer al agua fue cumpliendo con los preceptos de su religión.

   -¡Está pidiendo socorro! ¿No la escucha?

   -Sí, sí. Pero también escucho la otra campana. Tenemos que respetar la excepcionalidad cultural.

  -¿La qué?

   -Los distintos puntos de vista acerca de lo moral y lo ético. Quiero decir, no podemos juzgar las acciones de otro grupo cultural bajo nuestros parámetros.

   -¡Nos está puteando mientras se ahoga!

   -Más bien interpreto que está rezando, dando gracias a los dioses por haber sido elegida para el sacrificio ritual.

   -Recién dijo “viejo de mierda”. Creo que hablaba de usted.

   -O es una forma distinta de dirigirse a la deidad. Mucho más familiar que la nuestra. ¿Lo ves? A todo eso se le llama relativismo cultural.

   -Capaz que grita para que la salvemos. ¿Quiere que le pregunte?

   -Bueno, dale. Preguntale, así te sacás la duda.

   -¡Señoraaaa!!! ¿Me escuchaaaa??? ¿Quiere que la salvemosoooosss???

   -No se escucha bien. Hay mucho viento. ¿Qué contestó?

   -Dijo algo como… glup glup glup…

   -¿No ves? Hasta tienen su propio dialecto. Respetemos eso y dejémosla ahogarse tranquila.

   -Bueno. Gracias, señor.


Eduardo Goldman

(Mi humilde homenaje a las mujeres en su lucha por la liberación)