viernes, 7 de enero de 2011

LA MODA DE LA MACETA (por Eduardo Goldman)

El presidente del consorcio le toca la puerta a un vecino. 

VECINO: ¿Sí?
PRESIDENTE: Escúcheme, señor Fuentes, el consorcio está cansado de su actitud. Le dijimos que no puede fumar marihuana en el ascensor.
VECINO: Momentito. ¿Cómo es eso de que no puedo? ¿Se olvida que la Corte despenalizó el consumo personal? Lo mío es tudu bom, tudu legal.
PRESIDENTE: Legal, siempre que no afecte  a terceros.
VECINOS: Yo cuando fumo en el ascensor estoy solo. No hay terceros. Ni siquiera segundos.
PRESIDENTE: Pero cuando usted se baja queda el ascensor lleno de humo, y todos tenemos que oler  esa porquería.
VECINOS: Yo no los obligo a oler. Es como si usted ahora se tirase un pedo, por así decirlo. Si lo huelo es cosa mía.
PRESIDENTE: ¡Pero, Fuentes! ¡No me va a comparar esa droga con un pedo! ¡El pedo es un gas natural!
VECINO: El pedo tiene colesterol.
PRESIDENTE: ¿De qué habla?
VECINO: Es un gas que proviene de la descomposición de toda la porquería que comemos. Abonos químicos, conservantes, colorantes. En cambio lo mío es una plantita inocente.
PRESIDENTE: ¿Inocente??? ¡Vamos, Fuentes! ¡Ayer el encargado entró a limpiar el ascensor después que usted se bajaba, y terminó cantando desnudo en el balcón del sexto “B”!
VECINO: Eso les pasa por contratar encargados que nunca se fumaron un porro. Tendrían que ser más cuidadosos con el perfil.
PRESIDENTE: ¡No puedo creer su caradurismo! ¡No puedo creer lo que está pasando en este país! ¡No sé en qué pensaban los jueces cuando despenalizaron esta basura!
VECINO: Vamos, véale el lado bueno. Ahora que tenemos derecho a cultivar “hierba” donde queramos, se acabó el tráfico de marihuana. En serio, le digo. El dealer que me vendía marihuana tuvo que dejar el negocio, ahora se dedica a otra cosa.
PRESIDENTE: ¿A qué cosa?
VECINO: Vende cocaína.

lunes, 3 de enero de 2011

2012 (por Eduardo Goldman)

   Se dice que el calendario maya fue escrito hasta el año 2012 porque sería ése el límite de nuestra existencia como planeta. Yo postulo que sucedió algo mucho menos profético que eso, y más mundano. Sostengo que a los tipos que estaban encargados de armar el calendario se les acabó la pintura, y temerosos de confesarle al rey maya la ineficiencia en el cálculo de suministros, prefirieron dar la excusa de que se pudría todo. Total, el bolonqui era en el 2012, lo patearon para adelante. Igual que muchos ex funcionarios argentinos.
   Supongamos por un momento que lo de la película catástrofe fuera real, y que Dios, en un último intento por parar la mano, actualiza lo de Sodoma y Gomorra. ¿Cómo se las arreglaría para conseguir diez hombres justos? ¿Dónde? Difícilmente en la foto de personajes famosos de la revista Caras. ¿Y en un almuerzo de Mirtha Legrand? ¿Por qué no? Dependería, claro, de la producción.

DIOS: Eso es lo que quiero que hagas, Mirtha. Un almuerzo con diez personas justas. Es la única manera en que reconsideraré el Apocalipsis.
MIRTHA: Pero, Señor. ¿Diez personas? Se me va el presupuesto. ¿No podemos hacer cinco y cinco en dos programas?
DIOS: Vas a tener que jugarte, Mirtha. Esta vez no se trata de la cola del Cometa Halley ni de un reportaje a Lilita Carrió. Es el Apocalipsis en serio, tal como se lo hice promocionar a San Juán.
MIRTHA: Está bien, está bien. Hablo con la producción para que consiga diez personas justitas.  Ni una más ni una menos.
DIOS: Mirtha… cuando digo justas me refiero a que obren con justicia, con respeto a los derechos del prójimo, con caridad, solidaridad… ¿Piensas que tu producción pueda encontrarlas?
MIRTHA: Mi producción encuentra cualquier cosa. Hasta especies extinguidas.
DIOS: ¿Cómo extinguidas? Pensé que eras más optimista. Te oí decir que el pueblo argentino es muy solidario.
MIRTHA: Es que se me dio por salir a caminar por la calle, disfrazada para no ser reconocida. No hubo un coche que parase para que yo pudiera cruzar, los colectiveros arrancaban antes de que pudiera subir, me robaron la cartera. Yo que usted no suspendo el Apocalipsis, Señor. Pero un día antes venga a almorzar a mi programa. Rompemos el rating.
DIOS: No puedo creer que te hayas vuelto tan negativa. Hay gente muy buena en tu país.
MIRTHA: ¿Los políticos? Ni me hable de ellos. En mi programa dicen una cosa y después hacen lo que quieren.
DIOS: Hay políticos buenos, pero en general van a mis almuerzos, no a los tuyos.
MIRTHA: Si me pongo a pensar, no se me ocurre a nadie para invitar.
DIOS: ¿Cómo que no? Puedes llamar a uno de esos muchachos que van a enseñar a las villas. ¿Ves? Ahí tienes uno.
MIRTHA: Uno y pare de contar. Si invito a un productor de televisión terminamos todos en el horno.
DIOS: Pero tienes también a esos que van a los barrios para construir casas gratuitamente, para los pobres.
MIRTHA: Okey, pero faltan ocho. ¿De dónde saco a los ocho? ¿De los que se pelean en “Bailando por un sueño”?
DIOS: Quizás a un par de actores vocacionales del buen teatro. De esos que tienen perfil bajo y talento altísimo.
MIRTHA: Van cuatro.
DIOS: Y esos músicos que tocan melodías maravillosas en el subte, para ganar el pan con el sudor de su frente.
MIRTHA: Es que en el subte hace mucho calor, pobres. Van cinco, la mitad. Podríamos cerrar acá, ¿no?. Con eso salvarías al 50% del mundo.
DIOS: Dije diez.
MIRTHA: ¿No me haces una rebajita?
DIOS: ¿Te crees que esto es una liquidación?
MIRTHA: Sí, la liquidación del mundo. Hablamos de Apocalipsis, ¿no?
DIOS: Vamos. Seguiré ayudándote. Hay una escuela en Chascomús donde los niños y los maestros aprendieron el lenguaje de señas para integrar a una chiquita sordomuda. ¿Qué acto más solidario que ése?
MIRTHA: Niños y maestros. ¿Lo computamos dos?
DIOS: Me agarras en un buen día. Está bien, van siete. Sólo tres más y el mundo zafa.
MIRTHA: ¿Tres más? ¿Tres más? ¿Lo tengo! ¡Un deportista! Tenemos a Del Potro, Messi, Tevez…
DIOS: Me gustan, pero en este caso voy a elegir a Héctor Perez.
MIRTHA: ¿Hector Perez? Ay, no lo conozco.
DIOS: Casi nadie lo conoce. Es técnico de un club infantil de barrio, y les enseña a los chicos que ganar es lindo pero mucho más importante es el juego limpio y la solidaridad en el juego. Les habla de disfrute y libertad. Les enseña a vivir.
MIRTHA: Con todo respeto, Señor… Usted encuentra personajes fantásticos. ¿No le gustaría manejar la producción de mi programa?
DIOS: Pongamos a un ecologista, de esos del montón que militan para salvar el planeta que con tanto amor y esperanza fabriqué artesanalmente para ustedes.
MIRTHA: ¡Uno más! ¡Unito y puedo hacer planes para la próxima temporada en Mar del Plata! ¿A quién sugieres, Señor?
DIOS: Ah, no… Está bien eso de dejar las cosas en manos de Dios, pero no todo. Algo tienes que poner tú.
MIRTHA: Es que me malacostumbré. Me la estabas dando servida.
DIOS: Elige con el corazón, eso nunca falla. Y ahora me voy. Mañana sintonizo el canal para ver cómo sale tu Almuerzo.
MIRTHA: Pero… Señor… No te vayas… ¿Señor! ¡Please!  ¡Date una vueltita! Por favor… es mucha responsabilidad para mí… Y si se lo dejo a la producción terminamos todos con alitas y tocando el arpa… (SUSPIRA) Ay… una persona justa… justa… (A CÁMARA) ¿A quién elegiría usted?